Criar a nuestros hijos es acompañarlos por el camino de la vida brindándoles el cuidado y la atención necesaria, con base en el amor y las buenas prácticas familiares y culturales.

La familia es el primer lugar de los aprendizajes y allí se construyen las bases para la convivencia social, se establecen las formas de comunicación, las normas, las formas de expresión del afecto, los valores y las virtudes que van a acompañar a los niños y adolescentes durante la vida.

Foto: Shutterstock,com

 

Criar con amor significa proteger a niños, niñas y adolescentes de las situaciones que aún no pueden dominar y darles la oportunidad de enfrentarse a diferentes situaciones que les ayuden a crecer como personas y les permitan desarrollar la capacidad para resolver o experimentar. Expresarles que los queremos y que estamos para apoyarlos, es el mejor remedio para darles seguridad y confianza, para afrontar la vida y sus dificultades.

 

 ¿Qué acciones prácticas podemos implementar para criar con base en el amor? 

 

1. Habla en positivo: La forma en la que hablamos de nuestros hijos termina siendo la forma en la que pensamos acerca de ellos. Cuando nos referimos con expresiones negativas condicionamos, no solo nuestra manera de relacionarlos y educarlos, sino su forma de verse a sí mismos. Un pequeño cambio en una palabra puede hacer mucho en la educación y autoestima de nuestros niños. Ejemplo: Que tal cambiar un...

  • "Mi hijo es llorón" por un "Mi hijo es sensible"
  • “Mi hijo es muy canson” por un “Mi hijo es enérgico”
  • “¡Mi hijo es muy perezoso!” por un “¡Mi hijo es relajado!”

2. Educa sin culpar: La culpa es un sentimiento que se va construyendo a lo largo de la vida y en la niñez tiene mucho que ver con el estilo de crianza. Si como padres pasamos el día resaltando y señalando sus errores, formaremos niños inseguros que se sentirán culpables por no “cumplir expectativas” o “no ser los niños que sus papás esperan”. Reduce al máximo los comentarios culpabilizadores como: “otra vez por tu culpa...”“tú eres el causante de...”“Si no eres bueno no lograrás...”. Es mejor reemplazarlos por expresiones que den a los niños responsabilidad y confianza. Ejemplo: no te enfoques en la persona sino en el problema. Prueba cambiar un: 

 

  • “¡Estás haciendo mucho ruido y me estás enloqueciendo!” por un “No puedo trabajar porque hay mucho ruido. ¿Podrías ir a jugar a otro lado?”.
  • “¡Nunca me haces caso!” por un “Es la tercera vez que te pido que apagues el tele. Elige si me das el control o lo apagas tú!”

3. Cómo enfrentar los berrinches y pataletas: las rabietas o pataletas no son un comportamiento de un niño maleducado y consentido, son comportamientos totalmente normales e importantes en su desarrollo. Los gritos y castigos pueden conseguir que, momentáneamente, tus hijos te hagan caso pero no producen cambios duraderos en su comportamiento. Por eso los padres que gritan y castigan tienen la sensación de que tienen que repetir las cosas una y otra vez. 

 

Ante un berrinche:

  • Mantén la calma
  • Sé firme (Sin gritar)
  • Establece contacto visual
  • Fomenta el respeto mutuo
  • Da valor a los sentimientos de tu hijo/a
  • Evita los castigos físicos, los gritos y las amenazas

4. Autoridad y empatía: Muchos padres piensan que a la hora de ejercer autoridad deben ser tiranos, regañones y no ser amigos de sus hijos. La autoridad en la crianza consiste en ayudarle a los hijos a crecer, a ser mejores personas cada día, a no pasar por alto los malos comportamientos y, al mismo tiempo, darles afecto, cariño y apoyarlos cuando están en problemas. Ejemplos:

 

  • Da el ejemplo: Si pones una regla los padres son los primeros que deben acatarla y seguirla.
  • Escúchalo y crea conversaciones sobre su cotidianidad: Esto ayudará a crear un vínculo de confianza con los niños. Si tu hijo no es de hablar, busca otras alternativas como que te escriba una carta. 
  • Enfrenta las dificultades con calma: Si tiene algún problema ya sea en el colegio o en su comunidad, antes de pensar en un regaño o castigo, respira, cuenta hasta 10, acércate y pregúntale lo ocurrido. El diálogo siempre será la herramienta más importante para crear espacios y crianzas amorosas. Hazle saber sus errores cometidos y juntos busquen una solución al problema. 
  • Invítalos a participar en las labores de la casa: Busca que tu hijo colabore con las tareas del hogar asignándole responsabilidades propias de su edad. Hazle ver esto no como un castigo, sino como una responsabilidad que todos tenemos en casa.

5.Expresa amor y cariño: “Porque lo quiero es que lo grito y le pego”. Es una frase que casi siempre escuchamos cuando hablamos de crianza. ¿Por qué demostrar amor a través de los golpes? Mejor acudamos a:

  • Expresarles ternura y cariño sin importar ni su edad ni su sexo
  • Celebra sus logros por pequeños que sean
  • Réstale tiempo a los celulares y dispositivos electrónicos, y crea espacios para compartir tiempo de calidad con los niños
  • Así como les haces caer en cuenta de sus errores, como padres también es fundamental que lo hagas cuando también los cometas. Ser adultos no nos exime de admitir nuestros errores frente a los niños. 
  • ¡Escúchalos! Reconoce y valida sus opiniones. Dales la importancia que merecen.
  • Juega, juega, juega… No olvidemos que el juego es el lenguaje propio de la infancia y es parte fundamental en su desarrollo y en el fortalecimiento personal. Los niños que juegan en familia están llenos de afecto y respeto. 

¿Qué pasa en la vida de las niñas y niños cuando son violentados?

Las agresiones psicológicas o físicas en niñas, niños y adolescentes pueden traer como consecuencia:

  • Afectaciones en el desarrollo de la infancia y la adolescencia en lo físico, psicológico, cognitivo, socioemocional y psicosocial.
  • Dificultades en la gestión de las emociones (dolor, miedo, enojo, tristeza, vergüenza, odio, resentimiento y culpa).
  • Deficiencias en el vínculo entre niñas, niños y adolescentes y padres, madres y cuidadores, que puede ocasionar abandono del hogar en edades tempranas.
  • Afectaciones en áreas del cerebro encargadas de procesos importantes como la atención, la memoria, la concentración, la autorregulación y el aprendizaje.
  • Mayor tendencia a desarrollar adicciones y conductas suicidas
  • Percepción negativa de sí mismos, relaciones interpersonales inadecuadas y baja autoestima.

La crianza libre de violencia debe ser un proceso permanente de acompañamiento, basado en prácticas de cuidado, protección, educación y orientación que se fundamenten en vínculos amorosos, afectivos y de respeto, en la comunicación efectiva y el reconocimiento de los derechos y las diferencias.

 

Fuentes:

Página web: Estrategia Nacional Pedagógica y de Prevención del castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes

Página web: UNICEF Colombia

Página web: Corporación Juego y Niñez

Página web: Mi Señal TV